
SESIÓN COMBINADA MASAJE DESCONTRACTURANTE + DRENAJE LINFÁTICO
DRENAJE LINFÁTICO MANUAL
Es
una técnica especifica de activación manual del desagüe del liquido
acumulado en los tejidos y de la linfa a través de los vasos
linfáticos.
Efecto Drenante: que provoca la salida del
liquido de los espacios intersticiales (espacio existente entre las
distintas células de un tejido) conduciéndolo por sus vasos naturales o
desviándolo hacia otras áreas funcionales, creando nuevas anastomosis
(conexiones entre distintos vasos) o abriendo vías ya existentes.
Efecto
Neurovegetativo: que produce a nivel del sistema nervioso vegetativo o
autónomo un efecto sedante y relajante, por acción sobre el sistema
parasimpático.
Efectos sobre la musculatura: tanto sobre
el músculo liso como estriado. Actúa sobre la musculatura de la pared
intestinal, induciendo al peristaltismo por lo que resulta de gran
utilidad en el tratamiento del estreñimiento. También tonifica las
paredes de las arterias y potencia el movimiento de los vasos
linfáticos. Sobre la musculatura estriada: ejerce una acción reguladora
del tonismo muscular.
Efectos Inmunes: Potencia el
sistema inmune por acción indirecta, ya que al drenar mejor los tejidos
asegura un mejor aflujo de estas células defensivas a todos los
tejidos.
Indicaciones del Drenaje Linfático Manual
Indicaciones
Estéticas: Acné, rosácea ( afección inflamatoria crónica con
congestión y enrojecimiento de la piel manifestada en la parte central
de la cara), celulitis, lipedemas (acumulo de grasa localizado
fundamentalmente en las piernas). Tratamiento de cicatrices anormales.
Indicaciones
Médicas: Linfedemas o edemas linfostáticos (hinchazones de origen
linfático). Edemas del embarazo. Edemas del síndrome premenstrual.
Fleboedemas (edemas por trastornos de circulación venosa). Edemas
postoperatorios y postraumáticos. Bronquitis crónica. Asma bronquial.
Estreñimiento. Cefaleas y migrañas. Neuralgia del trigémino.
MASAJE DESCONTRACTURANTE
Las
tensiones musculares pueden ser muy dolorosas y suelen ubicarse en
cuello, hombros y espalda. Pueden deberse al estrés y se superan con
ejercicios y masajes. Para prevenirlas son útiles las técnicas de
relajación.
¿Qué tiene que ver una preocupación con una
contractura muscular? Mucho, incluso puede ser la causante de esta
tensión que produce cervicalgias, lumbalgias y homalgias, que son,
respectivamente, las contracturas de cuello, cintura y hombros.
Los
problemas económicos o laborales, los conflictos familiares y toda
tensión psíquica es capaz de derivar en una contractura muscular, que se
define como una expresión psicosomática del sistema nervioso central
(SCN) que consiste en el acortamiento y pérdida involuntarios de la
elasticidad de un músculo. Se manifiesta de manera espontánea e
inconsciente y aunque puede llegar a ser muy dolorosa no se considera
una lesión grave.
Cuando la causa de la tensión es el
estrés, las contracturas se revierten rápidamente con un tratamiento
adecuado, pero si existe una predisposición a contraerlas, probablemente
se repitan con frecuencia.
Las contracturas se producen
por el aumento del tono muscular que comprime los capilares sanguíneos y
las terminaciones nerviosas que le permiten al músculo elongarse y
acortarse. Por eso se ve obstaculizada la transferencia de la sangre y
de los nutrientes del cuerpo.
La detección de las
contracturas se realiza a través de palpaciones con masoterapia (masaje)
profunda que además es una de las formas de eliminarlas. El
tratamiento se puede completar con fisioterapia (calor con onda corta o
rayos infrarrojos).
Además del dolor que produce la
contractura, hay síntomas secundarios que las acompañan: mareos,
cosquilleo en manos y pies, visión nublada, fatiga, sensación de
vértigo, falta de aire.
EL TRATAMIENTO A SEGUIR : masajes, el uso del calor y, en algunos casos, algún miorrelajante o analgésico.
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